Los latinos llamaban "punctum" a la cuchillada. Algunos teóricos revigorizan el término para denominar a todo aquello que hiera la sensibilidad del espectador, a lo que vaya descubierto, sin eufemismos.
Hace un par de años la Unión Europea hizo público que proyectaba una campaña antitabaco aún más agresiva que los inmensos rótulos que llenan el mayor porcentaje de la superficie de las cajetillas. Las imágenes que vimos entonces eran terrribles: casi todas extraídas del mundo real de la medicina forense...
Aunque Brasil empezó antes (el paquete de arriba, con el feto), y quizás algún que otro país ya vaya exigiendo esta normativa, me traje esta colección de cajetillas desde Bélgica, sede de la Unión, para que sepamos, que aunque algunas de estos mensajes estén descafeínados, dramatizados, no dejan de ser impactantes. Y si allí ya se aplica, quiere decir que se extenderá como pólvora, y por decreto.