Hace casi un año, trabajando por Dansaert, una de las calles más trendies de Bruselas, descubrí junto a mis amigos y anfitriones Claudio y Rosario, un restaurant que tenía de todo menos de común: Comocomo. Al estar siempre husmeando entre vitrinas, callejuelas, pasadizos y escaparates, y no siempre tener la venia de los representantes para que me dejen hacer el report, lancé un par de fotos furtivas a aquel sitio, que por ser lunes, estaba cerrado.
Verdad de Perogrullo: la vida es un pañuelo. Hace unos días, en Amberes, veo en la céntrica calle de Kammenstraat un rótulo que ponía Nada en la nevera. Cuina catalana. Sorpresa de encontrar algo del Mediterráneo que tanto amo en el mismísimo corazón de Flandes... Y sorpresa mayor, cuando Ramiro, que es el dueño junto a su hermano Sebastián, me comenta que tambíén podía pasarme por unas puertas más a la izquierda para ver su otro restaurant... Ya se había delatado: en la gorra llevaba aquel logotipo que tanto me sonaba del paseo por Dansaert...
Comocomo es el concepto de la tapa vasca, diversificada, junto al buen vino peninsular, pasando encima de un mini conveyor belt, ante las manos de los comensales que van atrapando según su gusto y según la apetencia que le despierte el look de cada tapa que "modele" frente a su mesa. Tapas catwalk.
Nada en la nevera es la comida casolana, pero en el estilo selfservice, con variedad y la posibilidad del refill, tanto de los alimentos (amplio surtido de ensaladas, platos calientes), como de la bebida, postre y café. De veras que son muy generosos. Habréis visto este tipo de negocios por Barcelona hace tiempo, al igual que la esterilla en algunos sitios sushi, pero en esta nueva aplicación, los chicos son los pioneros en Bélgica.