Ironía de la historia. Al parecer, los cracovianos no quieren saber nada de los iconos del comunismo. Y si acaso, que den nombre a los hostales y pensiones. Como en las películas, o en los cuentos de Las Mil y una Noches, te preguntas: ¿esto habrá pasado en realidad? ¿O será una broma macabra de alguien? ¿Quién fue Lenin?