Más que el acierto composicional, gráfico, colorístico, suelo reverenciar a estos artistas urbanos por su intrepidez. A saber cómo se las arregla el hombre para llegar, sea en la superficie que sea, en la ciudad que sea, a los lugares más inaccesibles. Esta vez, muy cerca de la Fiera de Bologna, a una macroescala, si se le compara con la grúa que se ve delante. Arte de guerrilla, arte de riesgo: escándalo necesario. Grito.