Alguien dijo que las fuerzas del deporte eran sólo comparables a un hombre encerrado entre cuatro paredes que día a día empuja hacia afuera cada uno de los muros. Extensión del espacio con mucha inversión, de tracción mecánica y de energías. Desgaste. Todo lo contrario es la vivienda sostenible. A la fecha de hoy, este asunto deja de ser una mera pincelada que homenajea la filosofía rousseauniana para derivarse en un complejo árbol temático de teorías, taxonomías, ingeniería y diseño.
Construmat dedicó un apartado importante de sus pabellones a llevarnos más allá de la reflexión: ya no es un sueño. Llámeseles como se les llame (casa autosostenible, de bajos recursos, bioclimática, reutilizable, ecológica, etc) ya son toda una realidad y no sólo estructuras en falansterios de soñadores, en asentamientos remotos.
R4House, con apoyo de gobiernos, instituciones y empresas; la Alemana BASF, con su casa de bajo coste, y el modulo que el gobierno y las universidades locales concedieron al tema a través de conferencias y exhibiciones, lo más destacado.
