Sigue el furor del número once. Ahora es desde esa cantidad de pisos en un galpón abandonado del puerto en Amsterdam. El resultado: "11", el sitio multifuncional de la ciudad neerlandesa.
Ambiente urbanita, sorprende desde que tomas un ascensor de carga matizado con graffitis, hasta que desembocas en el ancho salon que conforma el restaurant. Encima de nuestras cabezas, a lado y lado, dos gigantescas pantallas desde donde nos invaden permanentes proyecciones de clips y videoarts. Al final, un stage que ves preparar mientras cenas, para darle cabida a la banda o al Dj invitado.
La vista de la ciudad es incomparable, lo mismo mires desde las ventanas, que desde el lavabo. La fisicidad está presente en cada rincón: dimensiones, gravedad, distancias, sentidos, peso, levedad.
Excelente cocina de autor, que esperas garabateando tus alardes y mensajes en un cuaderno colocado en cada mesa.
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