En Valence puede construirse siempre un buen plan de noche.
La restauración clásica que esplende en La Cuisine con sus espacios amplios y cuidados, colores atemporales y buena madera para el vino y vajilla para los alardes de su cheff.
O la primera bebida con licor de cassis y champagne en pretenciosas y estilizadas copas púrpuras en el Café Bancel, celado con esmero por su propietario, en un ambiente tranquilo, cool, con pantallas de plasma en el bar, y con buen tono en el área de la cena.
O acercarse a la Place de la Pierre si el proyecto es más refinado y bohemio, con dos restaurantes de lado y lado: Le Milou, especializado en cuisine lyonnaise, pequeño y encantador, escoltando su menú por esas piezas simbólicas del sur francés que son los títeres de guiñol, y donde por estos días el joven artista Pierre Blanc exhibe lo que el llama contundentemente como "tuning de céramique", que son idolos de varias épocas y áreas estampados en la base del plato.
El otro sitio, bueno, es La Javanaise, célebre canción del mito Serge Gainsbourg:"la vie ne vaut d'être vécue sans amour...". A él se dedica prácticamente todo el interiorismo, desde las exposiciones temporales, hasta el collage "periodístico" del toilette.
La Cuisine. 5, Place des Clercs
Café Bancel. 7, Bd Bancel
Le Milou. 10, Place de la Pierre
La Javanaise. 3, Place de la Pierre
www.legaragepierreblanc.com
